Por intermedio de esta Central de Recursos Online, el Centro Marc Turkow de AMIA pone a disposición del público una parte del amplio acervo documental relacionado con la historia de la colonización judía en la Argentina. Presentados en una variedad de formatos y soportes, los materiales que incluimos conforman un universo de sensaciones, datos, personajes y episodios que reflejan uno de los aspectos más singulares de la trayectoria del judaísmo argentino y mundial.

Entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, millones de judíos impulsados por la pobreza y la hostilidad antisemita abandonaron el este europeo en busca de destinos mejores. Ese proceso migratorio de masas que los trajo al continente americano coincidió con la política de atracción de agricultores lanzada por el gobierno argentino, cuya principal finalidad era poblar y productivizar la fértil región pampeana, hasta entonces dedicada casi exclusivamente a la actividad ganadera. Sin embargo, para aquellas familias que habitaban la Rusia zarista, la Argentina se presentaba, a priori, como un destino incierto y remoto, en donde aun debía probarse si, en efecto, sería posible desarrollarse económicamente y dar continuidad a una cultura y un estilo de vida típicamente judíos. Consecuentemente, fue necesario esperar a que los primeros contingentes de pioneros se asentaran a fines de la década de 1880 en la zona centro de la Provincia de Santa Fe, en las colonias Monigotes y Moisés Ville, para que, una vez sorteadas innumerables dificultades, el veredicto fuera favorable.

Casi de inmediato, ese veredicto llegó a oídos del Barón Mauricio de Hirsch, el célebre filántropo judeo-alemán que, dispuesto a ayudar a sus correligionarios, ideó y financió un plan de colonización de vastas proporciones. A lo largo de más de medio siglo, la compañía creada por el Barón en 1891, denominada Jewish Colonization Association (JCA, o ICA, según su sigla en ídish), asentó en distintas provincias de la Argentina a miles de inmigrantes judíos, favoreciendo no sólo sus trayectorias individuales, sino también su integración y legitimación en el país en tanto colectividad étnico-religiosa. Entre los últimos grupos de colonos arribados, se cuentan también numerosas familias alemanas que, gracias al accionar de la JCA, lograron escapar de la barbarie nazi. Por otra parte, a la par del emprendimiento de Hirsch fueron surgiendo otras colonias independientes de la JCA que lograron arraigarse y perdurar exitosamente.

Los materiales que incluimos a continuación no son exhaustivos, sino que conforman una pequeña parte del enorme acervo documental, arquitectónico y cultural legado por los colonos judíos. Tampoco buscamos clausurar el discurso ni cerrar las infinitas interpretaciones posibles acerca del pasado. Pretendemos, en cambio, hacer un aporte a la construcción y constante reelaboración de la memoria colectiva de los argentinos, una memoria que, anhelamos, sea cada vez más inclusiva. Aquellos interesados en profundizar en el tema están cordialmente invitados a visitar o contactarse con el Centro Marc Turkow, donde podrán encontrar otros materiales que no hemos incluido en el sitio por razones de espacio y de navegabilidad. También los invitamos a realizar sus propios aportes y sugerencias.

Ahora sí, sean bienvenidos a la Central de Recursos Online “Colonias Agrícolas Judías en Argentina”.

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